El lago Taupō, ubicado en el centro de la isla norte de Nueva Zelanda, es conocido por sus grandes horizontes montañosos y brumosos que transmite una sensación de extrema tranquilidad.
No obstante, un artículo publicado recientemente indicó que en las profundidades del suelo se están gestando disturbios geológicos.
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Las aguas de este lago se encuentran dentro de una caldera prehistórica formada hace 25 mil 400 años, durante la más reciente supererupción de la Tierra, la Oruanui.
Científicamente, se explicó que un supervolcán, al momento de liberar magma, ocasiona que los respiraderos del mismo que se encuentren agotados se derrumben, la superficie de la Tierra se hunde y el paisaje se transforma permanentemente en una caldera, como sucedió en el caso de la erupción del Oruanui.
Durante los últimos 12 mil años, el volcán Taupō ha estado activo unas 25 veces, siendo su erupción más reciente en el año 232 d.C., calificada por los autores del nuevo trabajo como «una de las erupciones más explosivas de la Tierra en tiempos históricos».
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Es importante señalar que este el volcán ha tenido al menos cuatro «episodios de agitación» documentados, los cuales han causado terremotos destructivos y para el año 1922 ocasionó un hundimiento masivo del suelo.
En este sentido, los investigadores se han tomado la tarea de estudiar los recientes periodos de agitación del supervolcán, donde han evaluado al menos 42 años de datos recogidos en 22 lugares de todo el lago, por lo que determinaron que el mismo sigue retumbando.