Rusia continuará alertando a Estados Unidos sobre sus lanzamientos de misiles balísticos intercontinentales y de emplazamiento submarino pese a su decisión de suspender el cumplimiento del tratado START III, declaró este jueves a la prensa el viceministro de Exteriores ruso, Serguéi Riabkov.
«Sin lugar a dudas, lo habíamos dicho», señaló el diplomático ruso al ser preguntado sobre si Moscú avisaría a Washington de estos lanzamientos según lo acordado entre la Unión Soviética y Estados Unidos en 1988.
Anuncio
El viceministro de Exteriores ruso señaló que, pese a que «todas las notificaciones de las actividades en relación al START III han sido pausadas», Rusia «continuará cumpliendo el acuerdo de 1988 sobre intercambio de notificaciones de lanzamientos de misiles».
«Cumpliremos dicho acuerdo de 1988», recalcó.
Respecto al START III, indicó que Rusia transmitió a Estados Unidos «tanto verbalmente como por escrito nuestra posición en una nota del Ministerio de Exteriores».
Anuncio
«Al respecto no puede haber segundas lecturas o eufemismos de ningún tipo», indicó, al comentar las declaraciones del Departamento de Estados Unidos de que no había sido notificado al respecto de la decisión rusa.
Sin embargo, señaló que a su vez Rusia no ha recibido ningún aviso de Washington de que haya tomado la decisión de pausar su participación en el START.
«Si ellos, en el marco de sus procedimientos, que según entiendo se diferencian de los nuestros, hubieran suspendido total o parcialmente (el cumplimiento del acuerdo), entonces tendrían derecho a no enviarnos notificaciones», dijo.
Anuncio
Ya que Washington no ha tomado la decisión de suspender por su parte el tratado, afirmó, «partimos de que violaron sus compromisos ante el nuevo START con su decisión de no transmitirnos sus datos en el marco de los intercambios semestrales».
El presidente ruso, Vladímir Putin, anunció el 21 de febrero la suspensión del cumplimiento por parte de su país del Nuevo START, aunque matizó que Rusia no abandona el pacto, sino que se limita a pausarlo por culpa de Estados Unidos y la actitud hostil de Washington, que apoya con armamento y finanzas a Ucrania.
Firmado en 2010 por los entonces presidentes estadounidense y ruso, Barack Obama y Dmitri Medvédev, el Nuevo START limita el número de ojivas nucleares de largo alcance que cada país puede tener desplegadas a 1.550.
Anuncio
También restringe el número de vehículos y sistemas de lanzamiento que pueden tener desplegados o en reserva Washington y Moscú, pero su pieza fundamental es el régimen de verificación que el tratado establece para asegurar que se cumplen estos límites.