El Rey Felipe VI ha oficializado la candidatura de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno, anunció la presidenta del Congreso de los Diputados, Francina Armengol. Esta importante decisión se tomó después de una serie de encuentros con líderes políticos de diferentes partidos, tras el fracaso del intento de investidura de Alberto Núñez Feijóo.
En la agenda del monarca, se incluyeron reuniones con representantes de Unión del Pueblo Navarro (UPN), Coalición Canaria (CC), Partido Nacionalista Vasco (PNV), Sumar y el partido ultraderechista Vox el lunes. El martes, el turno fue para el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y el Partido Popular (PP).
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Sin embargo, cabe destacar que algunas formaciones nacionalistas como el Bloque Nacionalista Galego (BNG), EH Bildu, Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) y Junts per Catalunya se negaron a reunirse con el Rey, repitiendo la postura de ocasiones anteriores.
Aunque aún no se ha revelado la fecha definitiva para la investidura, se espera que se haga pública en los próximos días. La Constitución establece el 24 de noviembre como fecha límite, permitiendo la celebración de las dos votaciones en el Congreso si fueran necesarias. Si ninguna investidura prospera, el 27 de noviembre se convocarán nuevas elecciones.
Es poco probable que se agoten estos plazos, ya que se prevé que la presidenta del Congreso conceda a Sánchez varias semanas para negociar con otras fuerzas políticas en busca de apoyo, siguiendo el precedente de Alberto Núñez Feijóo, quien contó con cinco semanas para preparar su investidura.
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A pesar de mantener conversaciones con diversas fuerzas parlamentarias en las últimas semanas, el partido de Pedro Sánchez aún no ha garantizado el respaldo necesario para la investidura. Su éxito depende del apoyo de dos fuerzas independentistas catalanas, ERC y Junts, que han establecido como condiciones la promulgación de una ley de amnistía para los procesados por la consulta de autodeterminación ilegal de 2017 en Cataluña y la viabilidad de un referéndum similar.
Si no se llega a un acuerdo y los partidos catalanes no ceden en sus demandas, el país se verá abocado a unas nuevas elecciones el próximo 14 de enero.