Las pruebas toxicológicas iniciales indican que Matthew Perry no falleció por sobredosis de fentanilo o metanfetamina, ya que su sistema no contenía estas sustancias, según fuentes policiales informadas por TMZ.
A pesar de estos resultados, pruebas más exhaustivas se llevarán a cabo para verificar la presencia de drogas ilegales y la adecuación de sus recetas médicas. Se espera que los resultados finales estén listos en 4 a 6 meses, determinando la causa de su muerte.
Perry, quien estaba trabajando en la creación de una fundación, fue hallado sin vida en su jacuzzi en Los Ángeles. A pesar de su trágica muerte, personas cercanas al actor planean continuar con la fundación, reflejando su deseo de ayudar a quienes luchan contra las adicciones.
En el pasado, Perry convirtió su mansión en Malibú en un lugar para apoyar a personas con adicciones, aunque eventualmente la vendió debido a los costos de gestión.
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