Javier Milei celebra su victoria junto a la multitud, marcando un nuevo capítulo en la historia política de Argentina.
Ante una multitud que clamaba «libertad», Javier Milei, el presidente electo, expresó su compromiso de llevar a Argentina hacia la grandeza. Su hermana, Karina Milei, estratega de campaña, lo presentó como «el jefe». Milei, un outsider antisistema, conquistó votantes descontentos con la crisis económica y la alta inflación del 140%.
En su primer discurso tras el triunfo, Milei agradeció al expresidente Macri y a Patricia Bullrich por apoyar el cambio necesario. Destacó el fin del «modelo empobrecedor del estado omnipresente» y llamó a la unidad para construir una nueva Argentina.
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«Hoy se termina la idea de que el estado es un botín», proclamó, abrazando las ideas de libertad y gobierno limitado. Pidió responsabilidad al gobierno saliente y advirtió que Argentina enfrenta problemas monumentales que requieren cambios drásticos.
«Argentina tiene futuro si ese futuro es liberal», afirmó, concluyendo con su característico grito de «¡viva la libertad, carajo!» y un emotivo «Dios bendiga a los argentinos».