Vista panorámica de Caracas desde una de las modernas cabinas del Teleférico Warairarepano.
El 11 de diciembre de 1955, se inauguró el «Teleférico Maripérez-El Ávila» por el presidente Marcos Pérez Jiménez, conectando Caracas con Vargas, marcando el inicio de una innovadora travesía.
Durante cuatro meses de prueba, solo personalidades destacadas usaron el teleférico, construido por la empresa alemana Heckel.
Anuncio
El 19 de abril de 1956, el teleférico se abrió al público con cuatro cabinas, prometiendo 14 funiculares para transportar hasta 800 personas por hora.
Diez cabinas, incluyendo una presidencial y una ambulancia, formaron el sistema. Reconocido como «el más moderno», garantizó seguridad desde el principio.
Tras privatizarse en los años 70, el teleférico sufrió deterioro. En 2000, el proyecto «Ávila Mágica» buscó revitalizarlo, pero planes como la restauración del Hotel Humboldt no se concretaron.
Anuncio
En el 2000, la empresa austriaca Doppelmayr reemplazó el viejo sistema por uno nuevo. En 2001, se reinauguró, con 84 cabinas y capacidad para 1.920 personas por hora.
En 2007, el gobierno retira la concesión a Inversora Turística Caracas, asegurando el acceso del pueblo venezolano al teleférico.
En octubre, se cambia el nombre a «Warairarepano», honrando a los indios Caribe. El Gobierno implementa tarifas especiales y construye un centro de convenciones en 2009.
Anuncio
Celebrando 68 años, el Teleférico Warairarepano continúa siendo un símbolo de conexión con la naturaleza, promoviendo el bienestar y la diversión para todos.