Bótox falso: riesgos y precauciones ante su creciente prevalencia en Estados Unidos
Ante el aumento alarmante de casos de bótox falso en EE. UU., expertos brindan consejos para evitar riesgos y asegurar la autenticidad del tratamiento.
El bótox falso se ha convertido en una amenaza para la salud pública en Estados Unidos, con casos en aumento y consumidores expuestos a peligros potenciales.
En EE. UU., el bótox falso se ha vuelto una preocupación creciente, con casos de personas afectadas por productos no autorizados o mal administrados, generando una investigación a nivel federal y estatal.
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Las alarmas se encendieron en 2021 cuando una mujer fue arrestada por ofrecer inyecciones de bótox de imitación en Los Ángeles. Desde entonces, casos similares han surgido, destacando la necesidad de precaución por parte de los consumidores.
«Es como el cuento de nunca acabar», señaló Timothy Mackey, profesor en la Universidad de California, San Diego, destacando la persistencia del problema del bótox falso.
Desde 2012, las agencias federales han emitido miles de advertencias a médicos y centros médicos por adquirir productos de bótox no aprobados. La disponibilidad generalizada de productos falsificados y la falta de conciencia entre los consumidores contribuyen al problema.
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Expertos y autoridades de salud instan a los consumidores a verificar la autenticidad del producto y la capacitación del proveedor antes de recibir inyecciones de bótox.
Cómo identificar el bótox auténtico:
La FDA proporciona imágenes de empaques de imitación y recomienda evitar ciertos números de lote y presentaciones no autorizadas.
Andrea Best, de AbbVie, insta a los consumidores a solicitar ver el producto y el empaque antes de la inyección, asegurándose de que tengan un sello de seguridad.
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Desaconsejan las inyecciones de bótox ofrecidas por esteticistas no médicos, recomendando buscar proveedores con licencia y experiencia en tratamientos cosméticos.