La riqueza del cosmos es tal que nos invita a explorar más allá de nuestra percepción inmediata.
Por: Lumhaniel.– ¿Te has preguntado alguna vez si lo que observas pragmáticamente a tu alrededor es todo lo que existe? ¿O si lo que crees que es tu realidad es solo una parte de un todo infinito? Aunque estas preguntas parecen extrañas, el fondo de las mismas es realmente fascinante. La riqueza del cosmos en donde vivimos es tal que sería imposible que no estuviera regido por una serie de leyes y principios que evidentemente responden a un orden, el cual ha sido motivo de profundos estudios durante milenios, desde las civilizaciones más antiguas como los sumerios hasta las más recientes, como los egipcios y la antigua China, entre otras. Lo cierto es que, a medida que el ser humano ha ido despertando consciencia, se ha topado con circunstancias que van mucho más allá de la aparente y sesgada realidad que trata de imponernos una sociedad caótica y los dogmas religiosos. Estos, lejos de liberarnos, nos pueden hacer esclavos de limitaciones tales como la culpa o el miedo, que es la antítesis del amor.
La mente humana es tan compleja que su verdadera dimensión se pierde de vista, y si logras combinarla con la sabiduría, empiezas a percibir y a hacer contacto con dimensiones insospechadas; comienzas a ver una realidad que dista mucho de lo que, a través de una comunicación diseñada para confundir, te han inculcado como supuesta realidad. La verdad es que, en la medida en que avanzas con pasos certeros hacia tu mundo interior y logras equilibrar la mente concreta, que es donde reside el ego, se empiezan a dar una serie de acontecimientos que, en principio, no tienen explicación. Sin embargo, en la medida en que te dejas llevar por tu sabiduría, vas comprendiendo que son tu realidad. Entonces entiendes que estás en un universo que está a tu entera disposición, en cuanto a que te retribuye con exactitud lo que mereces, dependiendo de lo que emites a través del pensamiento.
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El cosmos está lleno de opciones que nos negamos a ver por incredulidad, por miedo o por falta de fe en nuestra voz interior, que jamás miente y que constantemente nos está impulsando hacia nuestra verdadera ruta, la cual está llena de posibilidades maravillosas. Para lograrlas, solo debemos dejar de lado las bajas pasiones: el egoísmo, el arribismo, la intriga, la envidia, el control, entre otras.
Vivimos en lo que muchos han llamado el multiverso, que vendría a ser algo parecido al campo de todas las posibilidades, como lo han llamado otros autores. Esto implica que tenemos infinitas posibilidades a nuestra disposición, pero si no hacemos consciencia de las herramientas que poseemos, que nos hacen seres multidimensionales, nos costará más hacer uso de los abundantes premios que, como almas en aprendizaje, merecemos. Es decir, seguiremos sin percibir la magia.
Lumhaniel: Psicoastrólogo, Sanador energético integral, Psicoterapeuta de familia y pareja, Sanador con Archivos Akáshicos, escritor, cineasta, productor de radio y TV.