Choroní: Un paraíso encantador en la Costa Venezolana

*Por: Jaime Largo. – El nombre de Choroní proviene de los indígenas que habitaban el valle ocupado por la parroquia del mismo nombre, y cuenta con una población de menos de 5 mil habitantes. Otra teoría sugiere que el nombre Choroní tiene su origen en el idioma Caribe y significa “Río de Palomas”.

Según un estudio del Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales de la Universidad de los Andes, donde se discrimina a la población por género, se puede observar que de 2.196 residentes, 1.143 son hombres y 1.053 son mujeres.

Choroní es un pueblo y una parroquia venezolana ubicada en una zona costera en el extremo norte del Municipio Girardot del Estado Aragua. Situada en las faldas de la cordillera de la Costa, está enclavada en el corazón del Parque Henri Pittier en su faja litoral. Se puede acceder a esta exuberante población por tierra, en vehículos particulares y transporte público, uno de los más empleados por los visitantes. Partiendo desde la ciudad de Maracay, el trayecto de aproximadamente 50 kilómetros dura alrededor de 1 hora y 40 minutos en carro, atravesando montañas espectaculares con una abundante vegetación y adornos multicolores de flores. Este recorrido está plagado de sitios y parajes hermosos con rica fauna y flora. En el trayecto es normal atravesar riachuelos que los visitantes utilizan para realizar compartires, entre ellos los conocidos “sancochos a leña”, práctica que debe realizarse con precaución por encontrarse en un Parque Nacional.

Igualmente, se puede acceder vía marítima, donde reconocidas y cristalinas playas como Chuao, lugar productor de cacao por excelencia, Valle Seco de aguas transparentes, y con suerte, desde la embarcación que te lleva al lugar, puedes visualizar delfines bailando entre las olas. Uricao, Playa Grande, muy concurrida y Cepe, con una biodiversidad marina rica en peces y corales, son algunas de sus playas vecinas del Estado Aragua.

Choroní es uno de los destinos preferidos por quienes buscan diversión, naturaleza y variedad de opciones recreativas. Sus noches de tambor, especialmente en la época en que celebran a su patrono San Juan Bautista, son una locura musical donde el ritmo de los tambores sacude hasta al más tranquilo visitante, que sin darse cuenta, mueve su cuerpo al son de los cueros y cantos tradicionales. Es casi imposible no disfrutar en esta tierra verde de sol y playa, accesible casi todo el año. Esta localidad ofrece una gastronomía muy variada, donde el plato fuerte son las delicias del Mar Caribe. Platos compuestos de pescado, mariscos y moluscos son un atractivo casi obligatorio de probar. El pescado frito a orilla de playa o en cualquiera de sus muchas opciones de servicio es una sorpresa que los paladares agradecen por sus mezclas de sabor. Las imperdibles empanadas de cazón y mariscos son casi obligatorias en las visitas, sin faltar las tradicionales de carne mechada, molida o queso para complacer todos los gustos. Aunque el tema de las empanadas pueda parecer poco importante, son una de las comidas principales en las zonas costeras.

Esta bella locación cuenta con una infraestructura hotelera plasmada en sus particulares y concurridas posadas, donde se puede ubicar una ajustada a las necesidades de hospedaje y precios variados que se adapten al bolsillo de los usuarios. Sin lugar a dudas, Choroní, sus playas, atractivos turísticos y opciones recreacionales, y sobretodo su gente cordial y amable, convierten esta inigualable localidad en una de las más visitadas y queridas por venezolanos y visitantes de otras naciones. Es un lugar bastante seguro donde el mayor riesgo es no querer irse de ahí.

*Jaime Largo. Animalista, amante de la naturaleza, senderista, vicepresidente Fundación Colinas de Carrizal. Correo: jaimel2010@gmail.com @caminandoconjaime2 @jaimelargo2021

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