EDUCAR COMUNICANDO / Dilemas

Mi madre no quiso que yo fuese inteligente, por eso me mandó a la escuela. Facundo Cabral

Por: Pedro Vicente Rodríguez Calderón.- Parafraseando a Cabral, hoy, muy bien podríamos decir: “Mi madre no quiso que fuese inteligente, por eso me regaló una Tablet y un celular”. Sin embargo, ambas expresiones pudiesen no ser absolutamente ciertas y, tampoco, absolutamente falsas.

Por estos días, nos hemos paseado por algunas exposiciones de proyectos escolares en educación básica, encontrando la genialidad en algunos párvulos que expresan elocuencia y creatividad. Un joven, que llamó nuestra atención, nos mostró un desarrollo en programación de un juego para enseñar lectura y matemática. Este estudiante, comentó sobre su creación digital, expresando que la hizo sin ayuda de maestros o de representantes y lo inspiró su hermano menor, quien no se interesaba en aprender.

Siempre que observo experiencias formativas, en estos tiempos, rememoro mis experiencias de niño y de joven estudiante, así como también, mis cuatro décadas y media como educador. Comparo con cierta agudeza crítica, lo hecho con lo que se está haciendo, tratando de encontrar lo bueno y lo no tan bueno de cada uno.

Recuerdo que, mis más sólidos aprendizajes de hoy, se dieron en la convivencia con algunos vecinos mayores en edad y con modelajes de algunos familiares. La escuela aportó algo, quizás normas. Hoy, la tecnología digital también hace sus aportes. Pero, ¿Cómo desarrollamos el pensamiento crítico, a pesar de la escuela y de las tecnologías que tenemos? No dejo de hacerme esa permanente interrogante.

Mi gran Dilema: ¿Eunucos intelectuales o libres pensadores? Propiciemos el Pensamiento Crítico. ¿Cuánto hemos hecho, cómo y para qué lo hacemos?

No sólo enseñes a tu hijo a leer, enséñale a cuestionar lo que lee. ¡Enséñale a cuestionar todo! G. Carlin

*Por: Pedro Vicente Rodríguez Calderón
Educador, Comunicador y Político @pedrovrc77

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