El impacto de las caídas en Wall Street se extiende a mercados globales, generando incertidumbre en los inversionistas.
El lunes, las acciones estadounidenses sufrieron una drástica caída, desencadenada por el temor a una posible recesión en Estados Unidos, lo que resultó en una sacudida a nivel global. El índice S&P 500 y el Nasdaq 100 se vieron impactados, registrando sus peores declives en casi dos años. Este colapso fue impulsado por la abrupta disminución de gigantes tecnológicos como Nvidia, Apple, Amazon y Google.
Ambos índices, S&P 500 y Nasdaq 100, sufrieron una significativa baja del 4,2% y 5,4% respectivamente, mientras que el Dow Jones cayó en 800 puntos. Se estima que el S&P 500 perdió 1,93 billones de dólares al inicio de las operaciones en Wall Street. Los protagonistas de Silicon Valley, incluyendo Nvidia, Apple, Amazon y Meta, reportaron pérdidas de entre 7,4% y 12%. Este panorama generó una gran volatilidad en los mercados, exacerbada por la incertidumbre sobre las decisiones de los bancos centrales y los conflictos internacionales.
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Causas y Reacciones
El informe de empleo publicado por la Oficina de Estadísticas Laborales de EE.UU. mostró un crecimiento de nuevos trabajos por debajo de las expectativas, lo que, sumado a un inesperado aumento en la tasa de desempleo, generó preocupaciones sobre la salud de la economía estadounidense. Frente a esto, la Reserva Federal de Chicago aseguró que actuará ante cualquier debilitamiento económico, mientras que Goldman Sachs aumentó la probabilidad de que EE.UU. entre en recesión en los próximos doce meses del 15% al 25%.
Impacto Global
El pánico se extendió a los mercados asiáticos y europeos, con el Nikkei 225 de Japón cayendo un 12,4% y el Índice Ponderado de Taiwán declinando más del 8%. Los índices europeos como el STOXX Europe 600 también experimentaron notables descensos.
La combinación de factores económicos y geopolíticos ha desatado una ola de incertidumbre en los mercados globales, sacudiendo a inversores y analistas. La ansiedad sobre la dirección de la economía estadounidense, sumada a la incertidumbre de las políticas de la Reserva Federal y los conflictos internacionales, ha llevado a una situación de nerviosismo generalizado en los mercados mundiales.