Irán calificó como «fallidas» las sanciones de Occidente tras la propuesta de la UE de imponer embargos al sector de aviación por la venta de misiles a Rusia.
Irán califica de fallida la política de sanciones tras la venta de misiles balísticos a Rusia.
Irán tildó de fallida la política de sanciones occidentales tras la reciente propuesta de la Unión Europea (UE) de imponer embargos contra su sector de aviación. Estas medidas se relacionan con la presunta venta de misiles balísticos iraníes a Rusia, utilizados en la guerra de Ucrania. El ministro de Exteriores de Irán, Abás Araqchí, afirmó que las sanciones no lograrán imponer la agenda occidental en el país.
Respuesta rápida de la UE
El viernes, Josep Borrell, alto representante de la UE para Asuntos Exteriores, expresó que el bloque respondería rápidamente al suministro de misiles iraníes a Rusia, considerando la adopción de medidas restrictivas. Entre ellas, destaca la posibilidad de sancionar a aerolíneas iraníes, incluyendo Iran Air.
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Las tensiones aumentaron luego de que Alemania, Francia y el Reino Unido anunciaran la revocación de acuerdos de transporte aéreo con Irán. Además, Estados Unidos sancionó a empresas y dirigentes iraníes, así como a embarcaciones rusas, por su papel en el transporte de armas de Irán a Rusia.
El ministro Araqchí restó importancia a estas acciones, afirmando que Occidente ha fracasado en sus intentos de sancionar a Irán. «Las sanciones han logrado el resultado contrario: ahora Occidente reconoce que Irán exporta armas avanzadas», declaró Araqchí, quien instó a los países occidentales a reconsiderar su enfoque.
Aunque Irán ha rechazado repetidamente las acusaciones de suministro de misiles a Rusia, las pruebas presentadas por Ucrania sobre el uso de drones iraníes por parte de Moscú siguen generando controversia. A pesar de las negativas, las relaciones entre Teherán y Moscú se han fortalecido, especialmente en los ámbitos militar y económico, como respuesta a las sanciones impuestas por Estados Unidos.
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Las medidas restrictivas propuestas por la UE y Estados Unidos forman parte de un esfuerzo coordinado para aislar a Irán y Rusia en medio del conflicto en Ucrania. Los gobiernos de Occidente siguen buscando nuevas formas de presión económica y diplomática para frenar la cooperación militar entre ambos países.