Perú declara emergencia en 14 distritos de Lima y Callao

El ministro del Interior de Perú, Juan José Santiváñez, anunció este viernes que los distritos limeños de Santa Rosa y Rímac, junto a otros 12 de Lima y Callao, serán declarados en estado de emergencia. La medida responde a un incremento alarmante de la extorsión y el sicariato, delitos que han afectado gravemente a las empresas de transporte en las últimas semanas. «El tema aquí es una lucha contra la extorsión y el sicariato», afirmó Santiváñez en una entrevista con la emisora RPP.

Reacción ante la ola de violencia

La decisión del Gobierno se produce tras una solicitud de la Policía Nacional, que alertó sobre el incremento de la criminalidad en varias jurisdicciones de la capital. Además de Santa Rosa y Rímac, se incluirán otros distritos de Lima y Callao, donde la violencia y los asesinatos de conductores de transporte han aumentado de forma preocupante.

El paro de transportistas ocurrido esta semana, motivado por el asesinato de varios conductores, aceleró la intervención gubernamental. Los transportistas exigieron mayor seguridad ante las amenazas constantes de extorsionadores. En respuesta, el Gobierno evaluó medidas más drásticas para contener la situación.

Posible toque de queda en áreas afectadas

Santiváñez no descartó la implementación de un toque de queda en los distritos en emergencia, medida que conllevaría la suspensión de algunos derechos constitucionales. «Estamos evaluando todas las opciones para proteger a la población», explicó el ministro, quien destacó la necesidad de medidas contundentes para enfrentar la crisis.

El ministro también reconoció la magnitud del reto que enfrenta el Gobierno. «No podemos fallar en el combate a estos delitos, si eso no fuera así, tendríamos que dar un paso al costado», expresó, al referirse a la posibilidad de renunciar en caso de no cumplir con los objetivos de seguridad.

La declaración de emergencia forma parte de un esfuerzo más amplio por parte del Gobierno peruano para contener la creciente violencia que afecta a Lima y Callao. La inseguridad se ha intensificado en los últimos años, con el sicariato y la extorsión golpeando especialmente a sectores como el transporte y el comercio. A pesar de diversas iniciativas para combatir el crimen organizado, las cifras de asesinatos relacionados con la extorsión han aumentado significativamente.

Los transportistas han sido uno de los grupos más afectados por esta ola de violencia, con múltiples reportes de asesinatos en las últimas semanas. Esta situación ha generado preocupación no solo en el sector, sino también en la ciudadanía, que teme que la criminalidad se extienda a otros ámbitos.

El anuncio de la emergencia y las posibles medidas adicionales, como el toque de queda, buscan frenar la espiral de violencia que afecta a la capital peruana. El Gobierno ha reiterado su compromiso de proteger a la población y combatir el crimen, pero enfrenta una dura batalla contra organizaciones criminales que operan en la región. La próxima implementación de estas medidas será clave para determinar el éxito del Gobierno en su lucha contra la inseguridad.

Vía EFE