La zarigüeya, también conocida como rabipelado, es el único marsupial de Venezuela. Este animal, injustamente estigmatizado, tiene una gran importancia ecológica al controlar plagas y dispersar semillas, ayudando a mantener el equilibrio de los ecosistemas.
Por: Jaime Largo. En nuestra columna de hoy, trataremos un tema que puede ser conocido por algunos, pero desconocido para la mayoría: un mamífero estigmatizado por gran parte de la población, a pesar de ser parte de la fauna venezolana y mundial. Se trata de una criatura que habita en muchos rincones de nuestra geografía y que, por ignorancia o apariencia, tememos y desestimamos, sin valorar su capacidad de adaptación y los beneficios que aporta.
La semana pasada, como comenté con algunos amigos, la zarigüeya se volvió tendencia, posiblemente debido a la reciente celebración del Día Mundial de los Animales. Por alguna razón, se viralizó positivamente en todas las redes sociales, sorprendiendo a muchos, incluyéndome.
Advertisement
Nos adentraremos ahora en el fascinante mundo del único marsupial que habita esta parte del continente, comúnmente confundido con un roedor debido a su aspecto. Sin embargo, aclararemos algunas dudas sobre este curioso animal. Sin más preámbulo, ya podemos imaginar de quién hablamos: el “Rabipelado,” como se le conoce popularmente en Venezuela.
Comenzaremos conociendo un poco más a esta criatura huidiza y escurridiza, inmortalizada en películas infantiles como los graciosos personajes de «La Era del Hielo», donde se la llama zarigüeya. Lo que muchos no saben es que en Venezuela también podemos disfrutar de su presencia. Nuestro famoso Rabipelado, o Zarigüeya, cuyo nombre científico es Didelphis pernigra, es el único marsupial de su especie que habita en gran parte del país. Cuando se habla de marsupiales, muchos piensan inmediatamente en los canguros o koalas, animales icónicos de otras regiones del mundo, pero la zarigüeya es su pariente cercano, aunque menos conocida en nuestra geografía.
El embarazo de las zarigüeyas es corto, pero una vez nacen las crías, la madre realiza un enorme sacrificio por su cuidado. Tras dos semanas de gestación, las crías nacen ciegas y se resguardan en una pequeña bolsa que las calienta y protege, al igual que los canguros.
Advertisement
Los rabipelaos o zarigüeyas tienen un método de defensa muy efectivo contra sus depredadores: simulan estar muertos, lo que los hace poco atractivos para sus atacantes. También emiten un olor desagradable para humanos y otros animales. Aunque son criaturas sumisas y temerosas, no representan peligro para nosotros, a pesar de su apariencia grotesca. Su función en los ecosistemas es crucial, ya que dispersan semillas de los frutos que consumen, ayudando en la propagación de plantas y enriqueciendo nuestros espacios naturales.
Aunque temidas por muchos, las zarigüeyas son animales omnívoros. Su dieta incluye frutas maduras, néctar de flores, vegetales, pequeños invertebrados, vertebrados e incluso aves como pollos, lo que les ha ganado cierta mala reputación en criaderos. Sin embargo, algo que pocos conocen es que también se alimentan de roedores y reptiles, incluidos serpientes y escorpiones, y son inmunes al veneno de estos últimos, lo que las convierte en objeto de estudio para la preparación de antídotos. Otro beneficio poco conocido es que pueden ingerir miles de garrapatas, las cuales transmiten la enfermedad de Lyme a animales y humanos.
Por todas estas razones, es importante tomar conciencia y no hacerles daño. Son seres vivos que merecen un lugar en nuestra fauna y son dignos de respeto por las cualidades que poseen y su relevancia en los ecosistemas.
Advertisement
*Jaime Largo. Animalista, amante de la naturaleza, senderista, vicepresidente Fundación Colinas de Carrizal.