Por: Prof. Jesús Mateus.- Las paradojas suelen ser mal vistas porque parecen esotéricas, o simplemente incomprensibles productos caprichosos de quienes les gusta ver variables, magnitudes y fórmulas matemáticas hasta en el café con pan. “A beautiful mind” (2001) es una biografía extraordinaria y ejemplo de aquello. Para muchos cuestionarse todo les parecerá una pérdida de tiempo, pero esta es la base del futuro de nuestra naturaleza como especie de conquista, y gracias a ello es que tienes un supercomputador en tus manos con el que puedes leerme.
Hoy aumentaré la gravedad del contenido con una de estas paradojas: “Sólo el 5% del universo es materia visible”, y de éste sólo conocemos el “1%” por nuestros sentidos, ¿qué significa este 5%? Que casi en su totalidad está compuesto por aquello que no vemos, es decir, de aquello que no son neutrones, protones ni electrones, como lo somos tu y yo o todo aquello que percibimos, así como las estrellas, planetas, cuerpos celestes o sus agrupaciones en galaxias y nebulosas, entre otras más. El vacío mismo, que es el 99% de un átomo, de naturaleza cuántica, tiene su estructura y una fuerza que la alimenta de la cual apenas estamos descubriendo y estudiando su conducta.
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De ese 100% queda un 95%, ¿qué es lo que hay entre los cuerpos celestes que no vemos? A una parte se le denomina Materia Oscura (27% de toda la existencia), que a su vez está compuesta por el hipotético “fotón oscuro”, que mantiene el orden y las distancias entre los cuerpos celestes en el “vacío”, y el 68% de Energía Oscura, causante de la acelerada expansión del cosmos en un “espacio que se va creando a sí mismo mientras se expande” (¿En qué se expande algo que está en constante expansión? Otra paradoja).
¿”1%”?
¿Y ese “1%” entre comillas? Pasaron varios años hasta que en 1948 el sacerdote católico belga, astrónomo, matemático y profesor de física publica lo que conocemos hoy como la Teoría del Big Bang. Ya leíste muchas veces y hasta vimos una serie de ella. Recordarás que artículos anteriores escribí que esta teoría ahora es más probable como hipótesis porque desde que el telescopio James Webb fue lanzado el 25 de diciembre del 2021, nos ha mostrado lo ignorantes que fuimos enviándonos imágenes inéditas y con impresionante detalle sobre las estructuras que nos rodean, incluso de aquellas que creíamos eran primitivas. Si el Universo nos parecía inimaginablemente grande, no te quiero contar la sensación luego de leer lo siguiente.
Todo indica que no hay estructuras primitivas. Veamos, cuando plantas un árbol ves cómo nace un pequeño tallo del que salen hojas, va creciendo centímetro por semanas, decímetros por años y así hasta alcanzar decenas, sino más de 100 metros de altura al cabo de miles de años y con las generaciones que atestiguan la grandeza de una estructura única en el Universo conocido. Ahora, todos recordamos una galaxia en espiral como Andrómeda o la Vía Láctea, y ellas se formaron a partir de un cúmulo amorfo de polvo y gas que fueron organizándose durante miles de millones de años, o eso creíamos. Pues bien, a distancias cósmicas esperábamos ver la luz que nos llega a nosotros en forma de estructuras primitivas, esos cúmulos amorfos a casi 14 mil millones de años luz de distancia, tal como el pequeño tallo que va creciendo pero que está tan lejos que la luz no nos muestra que ya es un árbol de más de 100 metros de altura, lo que afianzaría que sí hubo un origen, un nacimiento y una niñez que apenas inicia.
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Resulta que a 14 mil millones de años luz de distancia, y más allá, nos encontramos con estructuras idénticas a la de nuestro vecino, Andrómeda. Es como cuando llegas a una reserva natural protegida con árboles gigantes y te preguntas, “¿Hace cuánto están estos árboles aquí?” y espera respuesta del guía, o en Wikipedia (con el permiso de Henry Cavill), o algún cartelito que lo describa. Ese 1% pasó a ser muchísimo menos, porque mientras más conocemos, más ignorantes somos, lo que es lo mismo decir que, o el Big Bang es cientos de miles de millones de años más antiguo de lo que alguna vez supimos, o que simplemente el Universo como lo conocemos siempre existió, lo que lo hace inconmensurablemente infinito (sin ser redundante) y se expande desde un centro que creíamos haber calculado, pero no. No tenemos imaginación ni aún hay IA que lo teorice, o al menos que formule una hipótesis, que es lo mismo que decir que más del 99% estaría compuesto entre Materia Oscura y Energía Oscura.
¿Y los agujeros de gusano?
Estos van más allá de nuestras 3 dimensiones. Nosotros conocemos qué es alto, ancho y profundo, que nos permite medir empleando nuestros cinco sentidos casi siempre, y es con lo que observamos el Universo y del que descubrimos que mientras más nos acercamos tecnológicamente, más nos distanciamos de nuestra comprensión de lo que muchos dábamos por hecho en nuestra compresión limitada. El Espacio y el Tiempo conforman 2 dimensiones más actualmente concebibles de las 26 matemáticamente teorizadas, y contar con ellas nos permitirá construir Puentes Einstein-Rosen. ¿Pero de qué están hechos estos puentes? De aquello que te comenté al principio y del que conforma el “95%” del Universo hasta ahora observable. El reto más grande será comprenderlo en su totalidad y hacerlo nuestra materia prima para manipular y combinar las 5 dimensiones existentes. Mi reto la semana que viene será explicártelo lo mejor posible.
Perdona si voy lento
Perdona si voy lento. Durante más de 10 años me dediqué como profesor de matemáticas con experiencia pedagógica, hebegógica y andragógica y siempre fue fundamental para mi hacer comprender lógicamente las bases teóricas y conceptuales para poder hacerte doler la cabeza y recordarte que todo está en los principios, y que de su simplicidad vienen las ideas más complejas hasta ahora formuladas. Ya es un hábito para mí y me funciona hasta la fecha. La semana que viene no te perdonaré y te meteré una cantidad de contenido que probablemente te haga reflexionar profundamente. Siento que logro mi cometido al brindarte la teoría suficiente para estimarte cuando lo haga. Te veo en la tercera parte de todo este tejido multidimensional.
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Prof. Jesus Mateus, Ingeniero Data & AI “Consein”.