El venezolano Carlos Torres hará historia como árbitro principal
El árbitro venezolano Carlos Torres será el umpire principal del primer juego de la Serie Mundial 2024 entre Yankees de Nueva York y Dodgers de Los Ángeles, marcando un hito histórico para su país en las Grandes Ligas.
Carlos Torres será el primer venezolano en arbitrar como umpire principal en la Serie Mundial de la MLB.
Carlos Torres, árbitro venezolano de 44 años, será el umpire principal del primer juego de la Serie Mundial 2024 entre los Yankees de Nueva York y los Dodgers de Los Ángeles, convirtiéndose en el primer venezolano en asumir este rol en un clásico de otoño. La MLB hizo el anuncio oficial, consolidando la trayectoria de Torres, quien ha demostrado un crecimiento notable en su carrera desde su debut en 2015.
Un reconocimiento histórico para el umpire venezolano
Torres, nacido en Barquisimeto, Venezuela, ya había hecho historia en esta postemporada al convertirse, junto a su compatriota Edwin Moscoso, en la primera dupla de umpires venezolanos en participar en una misma serie divisional de las Grandes Ligas. Este hito se alcanzó durante la serie entre los Mets de Nueva York y los Phillies de Philadelphia.
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Omar Vizquel, leyenda del béisbol venezolano, mostró su orgullo y apoyo a Torres a través de sus redes sociales: “Un gran reconocimiento para nuestro Carlos Torres, ¡Venezuela siempre en alto! Todos los éxitos en este primer juego de la Serie Mundial” .
Una trayectoria de esfuerzo y dedicación
Carlos Torres comenzó su carrera en la MLB en 2015, y su desempeño lo ha llevado a ser considerado para los juegos más importantes de la liga. Su nombramiento como umpire principal en la Serie Mundial es un reflejo de su dedicación y profesionalismo, que ha sido reconocido a nivel internacional. Torres sigue los pasos de Manuel González, el primer árbitro venezolano en alcanzar las Grandes Ligas.
La Serie Mundial 2024 entre Yankees y Dodgers comenzará este viernes en Los Ángeles, y el papel de Torres en el primer juego de esta emocionante serie marca un momento histórico para el béisbol venezolano y latinoamericano.