Ubicada en el Estado Aragua, Bahía de Cata se posiciona como uno de los destinos más atractivos del Caribe venezolano, ideal para quienes buscan disfrutar de la naturaleza y la cultura.
Bahía de Cata: Un Paraíso Natural por Descubrir en Venezuela
Por: Jaime Largo.- Si hay algo que me gusta en la vida es poder disfrutar de todos los espacios naturales que nos ofrece, y en especial en el mejor país del mundo: mi amada Venezuela. Venezuela es uno de los países con mayor biodiversidad del planeta, ocupando el séptimo lugar en esta materia. Además, ocupamos el quinto lugar en número de especies de aves, la novena posición en cantidad de anfibios y la cuarta posición en número de especies de peces de agua dulce. Conociendo estos datos, los invito a navegar conmigo por la costa de Venezuela, donde nuestra hermosa tierra posee el litoral más extenso, ubicado al norte del mar Caribe, con aproximadamente 4.209 kilómetros de espectaculares parajes y paisajes que besan las aguas templadas de este inmenso globo azul, ejerciendo frontera con 11 países del singular y tropical Caribe.
Después de conocer un poco más sobre los atractivos naturales que encierra nuestra privilegiada situación geográfica, iniciaremos nuestro viaje hacia esta nueva aventura en uno de los lugares más concurridos por visitantes y locales: el Parque Henry Pittier, uno de los parques nacionales más icónicos, hermosos y majestuosos del país, situado en las cálidas tierras del geográficamente versátil Estado Aragua.
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Aunque podemos referirnos a otros lugares paradisíacos, nuestro recorrido tomará rumbo a una de las playas más visitadas por generaciones de viajeros, que buscan en ella relax, armonía con la naturaleza y diversión. Efectivamente, volaremos sobre todo ese verde interminable para llegar a la turística Bahía de Cata. Cata se encuentra a unos 58 kilómetros de la ciudad de Maracay, tomando la vía de El Limón, desde donde comenzamos una aventura entre montañas llenas de vida. La vegetación en sus faldas varía desde una baja y diversa flora, hasta la exuberancia de árboles centenarios y una selva casi impenetrable que alberga cientos de especies de aves, insectos y reptiles, así como monos que sorprenden en la cima de los árboles y que, con algarabía, anuncian nuestro paso por sus indomables tierras.
La carretera hacia la costa se caracteriza por subidas y bajadas interminables, que para algunos pueden resultar agotadoras, pero para la mayoría son de ensueño. En un recorrido serpenteante, con curvas algunas muy cerradas, te acostumbras al vaivén del automóvil, que parece deslizarse sobre la vía. En nuestras vivencias, seguramente recordarás esos viajes en autobús en los que muchos se encomiendan a Dios y a todos los santos que conocen, dejando como resultado mil anécdotas sobre este medio de transporte que muchos utilizamos durante décadas en nuestra adolescencia para escapar del bullicio urbano y sumergirnos en playas cristalinas y azuladas. Hoy en día, puedes disfrutar de todos los servicios que ofrece uno de los lugares más hermosos de nuestra costa aragüeña. Si deseas pasar un día o una estadía más larga en tus vacaciones, o simplemente un fin de semana, seguramente encontrarás en esta bahía el lugar perfecto para disfrutar con familiares y amigos. Actualmente, Cata y Catica ofrecen una variada oferta gastronómica, donde siempre predominan los frutos del mar tan deseados por todos. Además, dispone de diferentes tipos de alojamiento, desde los más glamorosos y sofisticados hasta posadas y hosterías sumamente accesibles para nuestros bolsillos.
Entre las tradiciones de este increíble lugar, encontramos la de los Diablos Danzantes de Cata, cuya celebración tiene lugar el día de Corpus Christi. Esta festividad es organizada por las «Sociedades del Santísimo» y está considerada Patrimonio Cultural Inmaterial de la UNESCO.
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Por estas y muchas razones, si deseas vivir la experiencia de tu vida, no dudes en visitar este hermoso paraje de nuestra Venezuela.
*Jaime Largo. Animalista, amante de la naturaleza, senderista, vicepresidente Fundación Colinas de Carrizal.