Los implantes cocleares ofrecen una esperanza real para quienes no encuentran solución con prótesis convencionales, mejorando su calidad de vida.
La historia de Sofía: una vida transformada por los implantes cocleares
Sofía, una niña de 2 años, perdió la audición tras complicaciones relacionadas con el COVID-19. Su diagnóstico fue hipoacusia profunda neurosensorial bilateral. Gracias a los implantes cocleares de última generación, distribuidos en Venezuela por Hospitalar, pudo recuperar la capacidad de escuchar.
¿Qué son los implantes cocleares?
Los implantes cocleares son dispositivos electrónicos que permiten a pacientes con hipoacusia severa o profunda escuchar nuevamente. A diferencia de los audífonos convencionales, estos se colocan quirúrgicamente y se conectan al nervio auditivo para transformar las señales acústicas en impulsos eléctricos que el cerebro interpreta como sonido.
“Este procedimiento marca un antes y un después en la vida de los pacientes. Les devuelve la capacidad de interactuar plenamente con su entorno”, comenta Andrea Gueli, fonoaudióloga especializada.
Un procedimiento preciso y seguro
La cirugía implica la colocación de un receptor interno detrás de la oreja y la inserción de electrodos en la cóclea. Posteriormente, se conecta un procesador externo que envía las señales acústicas.
En el caso de Sofía, el procedimiento duró ocho horas y fue realizado por el Dr. José Manuel Colmenares, en la Clínica de Oído, Nariz y Garganta de Barquisimeto.
Beneficios comprobados de esta tecnología
Los implantes cocleares ofrecen ventajas como:
- Mejora significativa en la capacidad auditiva.
- Desarrollo del lenguaje en niños pequeños.
- Aumento de la confianza personal.
- Mejora en la interacción social y familiar.
Además, los modelos de última generación son compatibles con resonancias magnéticas, cuentan con garantía de 10 años y ofrecen durabilidad prácticamente de por vida.
El impacto social de los implantes cocleares
Hospitalar, representante en Venezuela de la marca Cochlear, fue clave en el caso de Sofía. A través de su programa de responsabilidad social, facilitó la conexión con una fundación que financió los dispositivos, supervisó la importación y acompañó a la familia en todo el proceso.
Un futuro prometedor para Sofía
Sofía ya escucha los sonidos a su alrededor y avanza en su desarrollo del lenguaje. Recibirá evaluaciones médicas anuales y trabajará con un terapeuta auditivo-verbal para perfeccionar su comunicación.
“Este caso simboliza el inicio de una nueva era en soluciones auditivas en Venezuela”, destaca Andrea Gueli, quien supervisó el proceso.