El problema de los gorilas

Por: Prof. Jesús Mateus.- Hay un cuento de terror que, desde que lo leí, me causa auténtica fascinación. Resulta que la humanidad logra la Singularidad, y el científico que la despierta le pregunta emocionado e intrigado “¿Existe un Dios?” A lo que la Super Inteligencia Artificial le responde: “Ahora sí”. No recuerdo el autor, ni la editorial, ni nada más que la impresión existencial que me dejó esto. ¿Realmente somos capaces de superarnos a nosotros mismos? Es chistoso porque siempre se hace referencia a esta última pregunta a nosotros como unidad irrepetible de información, no como especie, pero esta vez vamos más allá de nuestra propia especie, superando a 8 mil millones de personas con un “run” (chistesito para los colegas).

Hoy iniciamos una nueva etapa combinando dos campos que siempre me fascinaron desde pequeño y llevo leyendo casi 30 años: la historia de la vida (desde la biología y la psicología) y la invención, porque sí, para hablar conscientemente de la invención, debemos hablar de la evolución de las especies, la psicología social que hay detrás de ellas, la geografía, las extinciones masivas que hoy hacen de la Tierra un lugar habitable para nosotros, el Homo Sapiens; y más aún, conocer la historia de la vida hace posible usar sus recursos para la transformación del futuro. En mejor o peor medida, esta es la realidad en la que nacimos, y las oportunidades que se nos presentan escapan a la comprensión colectiva ensimismada en su propio presente.

Desde la selección natural

Millones de años de evolución nos dieron especies con distinto nivel de conciencia colectiva que permitieron que unos se desarrollaran mejor que otros. El uso de herramientas y la capacidad de comunicarse siempre trae consigo la necesidad de responderse nuevas preguntas a nuevas situaciones, creadas o no. Desde la selección natural, descendemos de una especie que se hizo muchísimas preguntas convirtiéndolo en la dominante, pero, ¿y los gorilas? ¿El chimpancé? ¿El lémur? ¿Los monos tití? ¿Nuestro primo más lejano, el orangután?

Compartimos herencia genética de un ancestro, hasta ahora el más antiguo descubierto, el Sivapithecus (por su traducción “el mono de Shiva”), también llamado Ramapithecus (“el mono que viene de la rama”), hace 12 millones de años. Se han descubierto ancestros mucho más antiguos, pero nada conclusivo aún, de las que nos preguntamos, ¿porque nosotros sí y el resto de primates no? La dieta, los hábitos, la colaboración, mentir en la comunicación, la construcción social, la política y las matemáticas nos coloca por encima de aquellos que pudieron ser, pero que son los enjaulados.

¿La IA representa una amenaza existencial para nosotros?

Tu y yo sabemos la respuesta, pero tengamos certeza luego de que compartamos este momento de reflexión juntos. El padrino de la IA, Geoffrey Hinton, plantea los peligros de la IA, describiéndolos como más capaces, más inteligentes, mejor adaptados y mucho más evolucionados. Como si del planeta mismo dependiera la salud y éxito evolutivo de la IA, la única variable que está en constante desequilibrio es el hombre respecto al ecosistema, por lo que la IA determinaría que nosotros somos el problema y erradicaría de la ecuación el conflicto para así preservar los recursos naturales, ¿pero no es acaso los excesos de ahora que impulsaron su propio desarrollo? El perro persiguiéndose la cola. Sé que tenemos muchísimas ideas aquí, pero no me da el espacio ni a ti el tiempo para leerlo todo, así que vamos aprendiendo semanalmente.

El “problema de los gorilas”, también llamado, la “paradoja de los gorilas”, se simplifica en una pregunta que a varios quita el sueño, ¿cuándo tomaremos el puesto de los gorilas? Esta paradoja plantea un futuro que para muchos hoy no es un conflicto porque el grueso demográfico cree que, para que el futuro se dé, requerirá de generaciones. Nada más errado. La realidad nos enfrenta a situaciones cotidianas en las que vemos cómo los robots y las IAs cada vez son más eficientes, reemplazan trabajos repetitivos y ahora ocupan puestos que hace dos años atendían seres humanos y que para ese momento esperábamos que fuese en 10 años. Lo peor que puede pasarnos aquí es que tengamos que aprender nuevas habilidades y hacer uso de la inteligencia artificial con nuestra inteligencia para convivir unos cuántos años más hasta que seamos superados por nuestra propia creación.

Respiramos aire interconectado repleto de datos. Todos estamos a un click de descubrirnos a nosotros mismos, de aprender aquello que no pudiste porque requerías entrar una universidad impagable, o no te daba el tiempo porque asumiste responsabilidades que te tomaron 12 horas de tu vida por años. Ahora, solo debes armarte de humildad, paciencia y disciplina para mejorarte a tí mismo forjándote tu futuro con el paso de los días. Puede ser cruel de mi parte levantarte el ánimo hoy y bajártelo con una nuevo tema la semana que viene, pero quiero que sepas que todo esto tiene solución. No dejemos que el tiempo nos defina como los gorilas. Superémonos individualmente con el regalo que Dios nos da cada día: levantarnos y respirar. Solo la excelencia te mantendrá a flote. Toma tiempo, pero siempre llegas.

Como ya ves, me dedicaré a levantarte el ánimo en cada artículo con algunas prácticas. Me dijeron que así enriquezco más los artículos que parecen “desalentadores”. Aprovecho la oportunidad para agradecer a todos los que leen este espacio. Me alegra mucho saber que quieras y puedas leer esto, porque en pocos años será de uso cotidiano y general solo para las personas que forjan el futuro hoy. Así que sí, tómalo como hábito y haré mi mejor esfuerzo por explicarlo cada vez mejor. Y sí, hay un cabo suelto, pero de ese cuento de terror que te eché nos ocupamos luego.

Prof. Jesus Mateus, Ingeniero Data & AI “Consein”.

@jesusmateuslopez

@conseinlatam

@gentedehoy