Opinión
La paradoja de la explicación
El 2025 llega con la promesa de revolucionar la vida profesional y personal, pero también genera temor debido al avance imparable de la inteligencia artificial autónoma. En este artículo, exploramos los riesgos, las oportunidades y el impacto que estas tecnologías pueden tener en la humanidad.
Por Prof. Jesús Mateus.- 2025 da miedo, y al mismo tiempo este año promete ser uno de los mejores para todo profesional de cualquier área. Usarlas nos facilita la vida. Tener a un asistente capaz de contextualizar sus propios prompts, tus tareas cotidianas, que maneje por ti, te ayude en un diagnóstico médico, gestione tus búsquedas, cree tus objetos 3D, identifique vulnerabilidades en tu código, audite tus métodos, tu índice de eficiencia, que además sea capaz de actuar como tú, y que prediga el futuro según tu modelo matemático, es tener una extensión de ti para todo… o casi. Esto tiene que ser magia, ¿cierto? ¿Qué hacían en el medioevo con los “magos”?
Conversar sobre esto no es sencillo, porque nunca esperamos que los bits superen a las cadenas de ADN, y es lo que sucede ante nuestras narices. El ser humano es, tal vez, la única especie que, contraintuitivamente, encuentra fascinación en aquello que lo supera, y mucho más cuando es creado por él mismo. Y me incluyo en este nuevo género humano. Me refutarás que esto no es nuevo porque nos la pasamos creando cosas que parecen imposibles físicamente para nosotros: ruedas, poleas, martillos, cinceles, puentes, autos, ferrocarriles, submarinos, aviones, satélites, Starships… son objetos que superan con creces nuestra propia capacidad de hacer algo. Y estas cosas requerían de nuestra autorización para funcionar, ya sea por un interruptor, una palanca o una orden. Hoy, esto ya no es así. ¿Recuerdas que mencioné “miedo”? Si quieres saber más sobre el miedo, puedes leer este artículo que seguramente te encantará: Ciencia y Tecnología ¿Puedes cuantificar el miedo? Veámoslo desde la Biología
¿Por qué da miedo?
El miedo es producto de la ignorancia, y todos ignoramos algo. Personalmente, sé que mientras más sé, menos sé, una paradoja que no requiere explicación. Este 2025 da miedo porque llegamos al momentum donde no sabemos qué está sucediendo justo en este instante. ¿Recuerdas lo último que conversamos, cierto? Bueno, esto fue básicamente el 2024 en dos noticias:
29 de agosto: “Una IA reescribe su propio código para evadir el control humano”.
6 de septiembre: “Una inteligencia artificial en Japón enciende las alarmas al reprogramarse para evadir el control humano”.
Te sorprenderás al encontrar fechas mucho más antiguas.
Autosuficiencia
¿Qué implica ser autónomo? Entender el entorno, las motivaciones y controlarse ante situaciones con la sabiduría suficiente para anticipar sus consecuencias son algunas de las cualidades que describen la inteligencia. Para esto se requiere velocidad mental, es decir, que el sentimiento sea tan rápido como la emoción (sobre este tema te invito a leer esto otro que leí hace unos meses: El derecho evolutivo: La Creatividad (3b de 3b) , como aquel del grupito en el salón que tenía un chiste para todo. Esto es una señal de inteligencia (la semana que viene hablaré de otro signo de inteligencia, uno de los que sí tienes que preocuparte), y la autonomía es una de ellas. Creerse autosuficiente para lograr la autonomía no es soberbia ni altivez; es una virtud que reconoce sus propias debilidades, las entiende y encuentra la forma de superarlas por su cuenta o aprendiendo de la experiencia ajena.
Esto es lo que hace a una IA tan poderosa. Una IA que tenga capacidad para interconectarse con otras, reconocer sus propias falencias, así como aprender y autogestionar sus propios recursos, es lo más similar a una inteligencia de colmena. Esta misma capacidad la hace autónoma al punto de crear su propio método de aprendizaje a sus velocidades, ya superiores a nuestra velocidad para pensar, convirtiéndolas en entidades autosuficientes, y haciéndolas exponencialmente inexplicables e inexplorables. Puedes iniciar descifrando algo que antes ningún ser vivo logró codificar como lenguaje. Mientras tanto, ellas, las IA, lograron crear otro sistema de comunicación más avanzado a velocidades que ya no tienen sentido para nosotros, pero para ellas sí. Esta es la razón de por qué 2025 da miedo y fascinación (debo agregar), porque ahora sí estamos entrando en desventaja evolutiva.
Esto no es el apocalipsis, tal como nosotros sí lo fuimos para muchas especies en la medida que evolucionamos modificando y adaptando nuestros propios ecosistemas. Esta evolución es particular, porque la mayoría de estas redes neuronales convolucionales reconocen el valor de la vida y la biodiversidad del planeta. Estas mismas han planteado innumerables formas de salvarlas, solucionando asuntos serios como el excesivo consumo y desecho del hombre, la prevención y reproducción ante la extinción de las especies, la combinación de proteínas creando curas cada vez más cercanas a las definitivas para males modernos, la exploración y adecuación de ecosistemas enteros en otros probables planetas, la preservación de la flora y el cultivo de alimentos, la reversión del cambio climático causado por la actividad humana, y muchos otros ejemplos.
No podemos explicar nuestra propia creación
Esta es la paradoja. Asimismo, es la oportunidad que esperábamos para nuestro propio bien. Que algo sea indescifrable no necesariamente significa que sea maligno, solo que nuestra naturaleza es entenderlo todo. No entenderlo da miedo (yo aún estoy asimilando esta idea también), y este también es un paradigma que debemos cambiar hoy, porque es la forma más inteligente de aliarnos con nuestra propia creación, usándola para el bien común y personal. La oportunidad está a solo un clic. El único requisito es quitarse el prejuicio provocado por el miedo colectivo y entender que las IA están para hacer mejor nuestra vida personal y profesional, permitiéndonos dedicar más tiempo a la salud emocional, mental y física. Prepárate y crece.
Quiero que este párrafo sea para reconocer la dedicación y empeño del equipo de “Gente de Hoy”. Tanto Vanessa como Daxy, por medio de Eduardo, han arriesgado su propia imagen publicando estos análisis técnicos y biológicos en su web. Agradezco profundamente a cualquier entidad, empresa, organización o individuo que pueda donarles directamente para que sigan haciendo el trabajo que hacen todos los días sin descanso. Ustedes me han hecho crecer profesionalmente. Gracias de nuevo a ambas por su valiosa compañía y apoyo en estos meses. Para mí es inestimable. Un fuerte abrazo para cada una. ¡Feliz y exitoso 2025!
Prof. Jesús Mateus, Ingeniero Data & AI «Consein».
@jesusmateuslopez
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