Una nueva oleada de violencia golpea la región fronteriza entre Colombia y Venezuela, dejando cinco heridos y daños en infraestructura clave. Un ataque con explosivos destruyó el peaje de la autopista internacional que conecta Cúcuta con San Antonio del Táchira, mientras que puestos policiales fueron blanco de disparos en Villa del Rosario. El saldo parcial es de cinco heridos, entre ellos tres trabajadores del Instituto Nacional de Vías (Invías) y dos vigilantes del peaje.
Las autoridades de Norte de Santander confirmaron los hechos y anunciaron una recompensa de hasta 100 millones de pesos (aproximadamente 25.000 dólares) para dar con los responsables. «El peaje quedó completamente destruido», declaró George Quintero, secretario de Seguridad Ciudadana del departamento.
Ataques simultáneos y escalada de violencia
Los hechos ocurrieron en la madrugada, cuando desconocidos atentaron contra la infraestructura vial y atacaron con disparos un puesto policial en el Templo Histórico, frente a la Casa Natal del General Francisco de Paula Santander. La estación de Policía de La Parada, aún en construcción, también fue blanco de disparos.
Aunque ninguna autoridad ha atribuido oficialmente la autoría de los ataques, se sospecha la participación del Ejército de Liberación Nacional (ELN), grupo insurgente con presencia activa en la región. En días recientes, el ELN colocó cilindros bomba en carreteras de Norte de Santander, incrementando la tensión en la zona.
Preocupación en la frontera y medidas de seguridad
La violencia en la frontera colombo-venezolana ha sido una constante en los últimos años, con presencia de grupos armados que disputan el control del territorio. La reciente oleada de ataques genera preocupación entre la población y pone en alerta a las autoridades de ambos países.
El Gobierno colombiano evalúa reforzar la seguridad en la zona, mientras la comunidad internacional observa con atención el desarrollo de los acontecimientos.
Vía Unión Radio.