Por: Lumhaniel.- Hablar de códigos secretos puede sonar a ciencia ficción; no obstante, en la medida en que nos vamos adentrando en las profundidades de la conciencia, empieza a emerger la sabiduría que nos va revelando paulatinamente cómo funciona el universo más allá de las apariencias que el ego nos puede mostrar.
Cuando avanzamos en nuestro despertar, comenzamos a visualizar la llave que definitivamente nos conduce al desbloqueo de nuestro potencial. Esta apertura nos va conectando poco a poco con realidades que ni siquiera podíamos imaginar. Sin embargo, al hacer contacto con ellas, la sorpresa es inevitable: “el código” es tan obvio que nunca lo consideramos. Esta herramienta, cuando se aplica correctamente, definitivamente va a desencadenar una serie de eventos que cambiarán la estructura de nuestra vida.
El primer paso para que produzcamos cambios relevantes es reconocer que tenemos el poder para hacerlo. Es desde este punto que podemos comenzar esta travesía que indefectiblemente nos llevará al dominio de la energía y, por ende, a la realización de nuestros más ansiados anhelos. Que estés leyendo este artículo no es casualidad; lo estás haciendo porque tienes la madurez evolutiva adecuada para asimilar lo que se te va a revelar.
No podemos seguir creyendo que somos víctimas atrapadas en una vida que no elegimos; cada decisión, cada pensamiento, cada acción nos ha llevado exactamente a donde estamos ahora.
Mientras seguimos posponiendo nuestros sueños, el tiempo pasa implacablemente. El mayor riesgo en la vida es no arriesgarse, porque cuando no estamos dispuestos a romper los ciclos que nos mantienen en una supuesta zona de “confort”, perdemos el privilegio que todos tenemos de experimentar la magia a través de un cambio que nos lleve a la realidad que soñamos.
El código infalible que utilizaremos, quizás lo hemos tenido tan a la mano que no nos hemos percatado de su presencia. Suena raro, pero es así. Con una sola decisión podemos cambiar el rumbo de nuestra vida para siempre. Esto implica que soltemos esas cadenas invisibles que nos atan a nuestro pasado, a nuestros miedos, a nuestras limitaciones autoimpuestas. El universo es como un espejo que refleja tu realidad interna.
El código del que hablo no es otra cosa que la combinación y aplicación de las siguientes premisas: visión, decisión, acción y gratitud.
- Visión: si no tenemos una imagen clara y detallada de lo que queremos, difícilmente lo podremos conseguir.
- Decisión: una vez creada tu visión, entonces debes hacerte el propósito firme e inquebrantable de conseguir lo que visualizas.
- Acción: sin acción no hay reacción; no basta con visualizar y decidir; hay que emprender el camino hacia lo que añoramos, así sea con pequeños aportes. La visión y la decisión son importantes, pero sin la acción, son solo quimeras. Debes avanzar todos los días, así sea un pequeño trecho, lo importante será mantener el impulso.
- Gratitud: esta será el arma secreta que potenciará el poder de los tres anteriores; es el sello de garantía, porque agradecer es aprobar o dar por sentado que lo que deseamos ya está en nuestro poder.
Aplicando este código infalible, veremos cómo nuestras vidas dan un giro tan pronunciado que los primeros asombrados seremos nosotros.
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Lumhaniel: Psicoastrólogo, Sanador energético integral, Psicoterapeuta de familia y pareja, Sanador con Archivos Akáshicos, escritor, cineasta, productor de radio y TV.
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