Bolivia envía a prisión preventiva a excomandantes militare

Junto con Zúñiga, fueron enviados a prisión preventiva el excomandante de la Armada Juan Arnez y el exjefe de la división mecanizada de Viacha Edison Irahola. Los tres fueron imputados por los delitos de alzamiento armado y terrorismo, y deben cumplir la resolución judicial en la cárcel de máxima seguridad de Chonchocoro, en el altiplano de la región de La Paz.

Los tres exjefes militares permanecieron en celdas policiales durante el desarrollo de la audiencia que fue virtual y se alargó por cuatro horas. Afuera de la sede de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc) en La Paz, un grupo de «autoconvocados» hizo vigilia para respaldar al presidente Luis Arce y pedir cárcel para Zúñiga, a quien tildaron de «traidor».

Zúñiga lideró el miércoles una acción militar con la que, según dijo, buscaba «cambiar el gabinete de Gobierno» y «restablecer» la democracia en Bolivia. Después de llegar en una tanqueta al palacio presidencial, tuvo un cara a cara con el presidente Arce, quien le ordenó replegarse y retirar las tanquetas y a los soldados que lo secundaron. Luego de unas horas, Zúñiga fue capturado en el Estado Mayor del Ejército.

Además de Zúñiga, Arnez e Irahola, fueron detenidos otros 14 militares, quienes esperan una audiencia ante un juez para esta misma noche. El ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, informó que las autoridades capturaron a otros cuatro militares, para un total de 21 militares detenidos por el «golpe de Estado fallido».

Según Del Castillo, «estas personas comandaban la destrucción del patrimonio del pueblo boliviano». Antes de ser detenido, Zúñiga dijo que quería liberar a «todos los presos políticos» y mencionó a la expresidenta interina Jeanine Áñez y al gobernador opositor Luis Fernando Camacho, procesados por la crisis de 2019.

Durante su aprehensión, Zúñiga dijo a la prensa que fue el presidente Arce quien le ordenó sacar «los blindados» como una estrategia para «levantar su popularidad».

La acción militar liderada por Zúñiga y su posterior arresto han generado diversas reacciones en el país. Grupos de apoyo al gobierno y críticos de los detenidos han expresado sus opiniones tanto en las calles como en las redes sociales. La crisis política en Bolivia sigue marcada por las secuelas del conflicto de 2019, cuando Jeanine Áñez asumió la presidencia interina tras la renuncia de Evo Morales.

El encarcelamiento de los excomandantes militares por un presunto intento de golpe contra el gobierno de Luis Arce refuerza la posición del actual presidente y su administración en la lucha contra acciones desestabilizadoras. Las audiencias y posibles juicios que seguirán determinarán las responsabilidades y el futuro de los implicados en este intento fallido.

Vía EFE