Opinión
Profesiones del futuro: Ingeniero de Puentes Einstein-Rosen (2a de 3)
Científicos del CERN confirman real el fenómeno de los Puentes Einstein-Rosen, abriendo puertas hacia viajes interestelares mediante agujeros de gusano, un tema abordado en la ciencia ficción.
Publicado
2 meses haceon
¡Alerta de spoilers de Interstellar!
Por: Prof. Jesús Mateus.- Tienes razón, este artículo debí enviarlo para que lo publicaran el lunes pasado, y lo frené porque dos días antes un grupo de científicos del CERN comprobaron que este fenómeno es real, como si el entrelazamiento cuántico (dos elementos distantes entre sí manifiestan un cambio de forma idéntica e instantánea, como si fueran uno solo) estuviera conectado entre mi artículo y el descubrimiento de que es real. (Trueno los dedos) Como sea, aquí vamos: el viaje interestelar sólo es posible controlando una anomalía estructural en la curvatura espacio-temporal llamado Puente de Einstein-Rosen, comúnmente denominado “Agujero de Gusano”. Ya lo vimos en Star Wars, Star Trek, en incontables animé, caricaturas, series, en DC Comics como Man of Steel, Marvel, y en la inolvidable Interstellar. Lo más característico es cómo las formas regulares cerca de estas anomalías espacio-temporales se deforman estirándose hacia el “infinito”. Iremos paso a paso.
Vamos paso a paso
No tenemos idea de las distancias interestelares. Que tengamos la intención como especie de construir una estación de avanzada en nuestro satélite para lograr viajar a Marte no es siquiera comparable a viajar por el mundo. Sentirás que es una recta, pero es una parábola calculada que dibuja la trayectoria desde que despegas de la Tierra hasta la Luna, y luego otra hacia Marte por meses de viaje, en la oscuridad eterna del espacio, sin oportunidad de salir del vehículo y echar un estirón en el viaje para ver el panorama. No es como que vayas apretado en la nave. Simplemente no puedes detenerte y explorar el terreno alrededor de tu vehículo. Centímetros te separan de lo inmensurable y de la muerte instantánea.
No imagino el extraordinario nivel de introspección, análisis y meditación que logró Miguel Alcubierre para formular lo que hizo: un vehículo hipotético para viajar más rápido que la luz sin violar las leyes de la física. De Alcubierre hablaremos en algún momento, porque no solo es interesante, es necesario y podría resolver lo que te planteo hoy aquí. Retomando nuestra terapia (donde tu eres el terapeuta), Einstein lo dijo bien claro: si llegaras a viajar “…cerca de la velocidad de la luz, la materia se haría infinita, la longitud sería de cero, y el tiempo se haría tan lento que casi se detendría” (una frase que leí hace más de 20 años en alguna enciclopedia Larousse que me compraron mis padres).
¿Qué significa esto? La posible sensación del viajero, no del espectador. Para él (espectador) es como si vieras recorrer la luz de un bombillo en la sala de tu casa ¿Puedes seguirla con la vista? Jamás, porque implicaría un movimiento ocular y una percepción imposibles, y en caso de que sí, simplemente te desgarraría los órganos oculares porque nuestra constitución molecular no tolera esta velocidad. Por eso, viajar en el (y no “al”) espacio con esa rapidez es casi imposible, excepto para Alcubierre.
50 años en el futuro
Sé que hablamos en algún momento de las profesiones en 50 años, pero es que la velocidad con la que la ciencia avanza no parece siquiera asimilable por la gente común. Mientras me estás leyendo, las IA habrán resuelto millones de enigmas y permutado otro tanto en soluciones matemáticas para descartar o plantear posibilidades para resolver este problema, que es uno entre miles que tiene la ciencia. Pero bien, entonces, ¿de qué sirve el Agujero de Gusano? La paciencia que me tienes es otra cosa inmensurable, y te agradeceré siempre por ella.
El Puente Einstein-Rosen plantea teóricamente una posibilidad de viajar en el espacio-tiempo sin que nos desintegremos en el intento: un portal esférico de dimensión planetaria estable que conecta a otro punto en el espacio infinito. Para entender el modelo matemático “espacio-tiempo”, rescatemos una unidad de medida: año luz. Año luz no es una unidad de medida de tiempo, sino de longitud, es decir, los 9 460 730 472 580.8 km que recorre la luz en un año en el vacío del espacio. Es como darle casi 7 vueltas y media al planeta en un segundo, o si lo vemos así, son los 8 minutos que tarda la luz de nuestro Sol en llegar a nosotros. La distancia es tan grande que cualquier cosa que le pase al Sol lo sabríamos en 8 minutos siendo que la velocidad de la luz es una constante universal, excepto ante un fenómeno gravitatorio ultra denso (que de eso no va el tema de hoy).
Por ejemplo, viajar a una de las supertierras de la estrella Próxima Centauri, la estrella más cercana a nosotros, a la velocidad de la luz nos tomaría poco más de 4 años y dos meses. Con el Voyager 1, la nave espacial más rápida creada por nuestra especie, tardaría 72.000 años encerrados en una nave espacial sin detenernos a nada, es decir, casi el tiempo que duró la última glaciación, la de Würm, o lo que es lo mismo, el tiempo en el que se extinguió el Neanderthal para que solo un grupo muy pequeño se adaptara y evolucionara genéticamente hacia el Homo Sapiens, para que milenios más tarde fuesen los Homo Sapiens Sapiens, como tu y como yo hoy, quienes gobiernan el planeta. Entonces, un Agujero de Gusano te ahorra esa distancia: viajar cientos de billones de kilómetros en 4 años en tan solo unos cuantos minutos sólo tiene que ser una obra de ingeniería estabilizando un fenómeno natural que sirve de portal entre un punto A y un punto B.
Ahora bien, si creamos una entrada, ¿hacia dónde nos lleva? Una respuesta a un dilema enorme para estas construcciones lo describe la Dra. Amelia Brand cuando dijo “ellos lo pusieron ahí”. ¿Quiénes son ellos? Cooper luego lo entiende y lo describe como “Nosotros (nuestra propia especie), pero en el futuro”, respondiéndole a Tars. Es decir, no basta para nosotros únicamente la entrada. Tiene que haber una salida, sino, no sería un puente, sino más bien una calle ciega o un abismo más terrorífico que el mismo vacío, llena de improbabilidades. ¿Y quién coloca esa salida?
Quiero profundizar mucho más sobre este tema, y lo dejaré para el próximo capítulo para entender con base sólida cómo se fundamenta esta ingeniería, que esperábamos que fuese en cientos, sino, miles de años, pero con el progreso de la ciencia y la tecnología, existe un 50% de probabilidad de que tengamos la capacidad de desarrollar con suficiente velocidad la tecnología necesaria para concentrar aquello de lo que está hecho el Universo mismo para emplearlo a nuestro favor. ¡Te veo la semana que viene!
Prof. Jesus Mateus, Ingeniero Data & AI “Consein”.
@jesusmateuslopez
@conseinlatam
@gentedehoy
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