CURUCUTEANDO / Esporo: de esclavo castrado a amante de Nerón

Por Edicta Gómez Merchán.- Esporo fue un joven que, desde muy temprana edad, se convirtió en esclavo. Su notable belleza lo llevó a ser elegido como puer delicatus, término con el que los amos romanos más importantes se referían a los jóvenes esclavos “exquisitos” o “delicados”. Vestía de manera elegante y se hacía pasear en una litera, una especie de silla de manos cerrada, con ventanas y portezuela, utilizada en la Antigua Roma. El día en que Nerón conoció a Esporo, se sintió inmediatamente atraído por él; fue amor a primera vista. Sin embargo, esta pasión no tenía como base el romanticismo típico. De hecho, el emperador se interesó en el joven esclavo porque su físico le recordaba a su difunta esposa, Popea Sabina, quien murió tras sufrir un aborto luego de que Nerón, bajo los efectos del alcohol, le propinara una patada en el vientre.

Cuando Nerón se interesó en Esporo, este perdió su condición de esclavo, aunque esto no significaba que obtuviera su libertad. El emperador le ordenó que dejara de llamarse Esporo, pues pretendía que respondiera al nombre de su antigua esposa, recibiendo del emperador muestras públicas de afecto. Además, lo llamaron “emperatriz”, igual que a Popea. Así, Esporo pasó de ser esclavo a amante de Nerón, quien se casó con él en una ceremonia tradicional, en la que Esporo portó velo nupcial, tras haber sido castrado y recibir una dote por aceptar el matrimonio. Los súbditos lo trataban como a una auténtica emperatriz.

Se sabe que Esporo besaba a Nerón en público, vestía lujosamente como un aristócrata romano y tenía varios sirvientes a su disposición. Sin embargo, su vida debía ser extremadamente complicada. Después de todo, su principal tarea era satisfacer cualquier deseo del emperador, por más violento o depravado que fuera. Además, debía respetar a los otros amantes de Nerón. A pesar de estar casado con Esporo, Nerón mantenía relaciones sexuales y amorosas con otros individuos, y también tenía otra pareja oficial: Pitágoras, un liberto con el que celebró una boda solemne, en la que él hacía el papel de “marido”, compartiendo la cama con Esporo, quien desempeñaba el papel de “esposa”.

Pitágoras fue un liberto (esclavo que había obtenido la libertad) con el que Nerón celebró una ceremonia relacionada con cultos mistéricos. Los historiadores Tácito y Suetonio lo mencionan, aunque de manera diferente. Suetonio lo identifica con Doríforo (portador de la lanza) y señala que, durante la noche de bodas, Nerón imitó los gritos y gemidos de las vírgenes cuando son forzadas.

Tras la muerte de Nerón, Esporo creyó que su sufrimiento terminaría. Dejó un anillo con un adorno de la diosa Proserpina sobre el cadáver del emperador, en un intento simbólico de liberarse de la angustia que había padecido bajo su dominio. Sin embargo, ni siquiera imaginaba que su tormento estaba lejos de terminar.

El trágico destino de Esporo

Después de la muerte de Nerón, Esporo fue capturado por Gayo Ninfidio Sabino, comandante de la guardia imperial romana, quien intentó imitar los excesos de Nerón y raptó a Esporo con la intención de convertirlo en su esposa. Sabino tenía aspiraciones de convertirse en emperador, pero sus planes fracasaron. El poder fue asumido por Marco Salvio Otón, quien gobernó solo tres meses antes de suicidarse durante la rebelión del ejército de Vitelio, su sucesor. Este nuevo emperador también tuvo relación con Esporo. Sin embargo, en lugar de convertirlo en su esposa, le reservó un destino aún peor: lo obligó a actuar en una obra de teatro en el papel de Perséfone, siendo violada por Hades, una humillación que llevó a Esporo al suicidio.

Nerón siempre será recordado como uno de los emperadores más depravados del Imperio Romano. Además de ser culpable de la muerte de varias de sus esposas, se le atribuye el asesinato de su propia madre, Agripina, con quien, según algunos rumores, mantuvo una relación incestuosa.

Fuente:

• VOUT, Caroline: Power and eroticism in Imperial Rome. Cambridge University Press.
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