Opinión
La envidia
Entender la envidia es clave para proteger las relaciones humanas. Este análisis profundiza en sus características, efectos y cómo afrontarla con empatía y sabiduría.
Por: Lumhaniel.- La envidia es una emoción muy complicada, porque se disfraza con halagos, palabras “amistosas” y comportamientos hipócritas que impiden que la podamos percibir de momento; no obstante, debemos tratar por todos los medios de identificarla, porque puede causar socavación de las relaciones y crear ambientes sumamente tóxicos que definitivamente incidirán negativamente en las buenas relaciones humanas en cualquier área de nuestra vida.
La envidia tiene el poder de transformar amigos en enemigos y relaciones sanas, en inamistosas.
Es de suma importancia entender que es realmente la envidia; sobre todo no dar por sentado que solo es la añoranza de los bienes materiales que otro posee; sino que va mucho más allá; incluso se manifiesta un resentimiento hacia la preparación, talento, logros, éxito o cualidades que otro posee, al extremo de erguir conspiraciones para desprestigiar o malponer a una persona ante otro o ante un grupo.
La envidia tiene la característica de enmascararse de diferentes formas; por lo tanto, a veces es complejo identificarla; no obstante, siempre hay señales que nos pueden alertar en cuanto a la presencia de un envidioso(a). El envidioso(a) sufre de una muy baja autoestima, y esto lo lleva a pensar que es incapaz de lograr el éxito por la vía de sus cualidades, preparación, experiencia o logros, buscando atajos, tratando de anular a otros, en cuyo caso no tiene límites en sus actuaciones, solo buscará la caída de la persona que considera un obstáculo hacia su meta en cualquier ámbito de vida.
Enfrentarse a la envidia no es nada fácil; requiere comprensión y compasión hacia ese ser humano que se ha desviado del camino del amor. Lidiar con la envidia no es una batalla contra la persona que la sufre, no debe serlo; lo más viable es tratar de ayudar al envidioso(a) a que trate de vencer su lucha interna; sus complejos, tratando de hacerle ver lo valioso(a) que es. Claro está es una iniciativa en la cual no tendremos muchas garantías de éxito, pero por lo menos estaremos haciendo uso de nuestros más nobles sentimientos.
A veces, a pesar de apoyar, elogiar o resaltar las cualidades del envidioso(a), pareciera que estas iniciativas no surten efecto; dado el nivel tan bajo de su autoestima, en cuyo caso es preferible marcar distancia.
Generalmente la envidia surge por la falta de seguridad en las capacidades, lo cual hace que el envidioso(a) trate por todos los medios de invisibilizar las virtudes o las capacidades de la persona a quien envidia (sobre todo ante superiores o jefes, si el escenario es el ámbito de trabajo) buscando dejarla mal a través de mentiras o de medias verdades que en un momento dado pueden surtir efecto, causando perjuicios considerables en la persona que es blanco de su conspiración.
Debemos hacer un gran esfuerzo para tratar de ayudar al envidioso(a); pero si la persona sigue teniendo un comportamiento tóxico y se evidencia que no está dispuesta a cambiar, será el momento de priorizar nuestro bienestar, alejándonos y buscando nuevos horizontes que sin duda nos ofrecerán mejores perspectivas sin comprometer nuestra paz interior.
Escríbeme al DM de mi Instagram o a mi WhatsApp para darte información de nuestras formaciones.
Lumhaniel: Psicoastrólogo, Sanador energético integral, Psicoterapeuta de familia y pareja, Sanador con Archivos Akáshicos, escritor, cineasta, productor de radio y TV.
@lumhaniel | lumhaniel@gmail.com/ 0412 610 62 85
